Hoy sonreíste por la mañana y me vestí con tu resplandor.
Miré a la distancia y ya no estabas. Habías huido.
He tratado de parecer menos tonto y sólo logré enfermar
Entre tanta parafernalia sin sentido. Sin importancia.
Hoy por la tarde dijiste no te quiero y los cielos gimieron
Como cuando los hijos del destino murieron en los brazos
De sus madres que no podían entender porqué se fueron
Y miraban al cielo buscando explicaciones en las nubes.
Esta noche dicidí morir en una cueva oscura y sin aire
Metí las manos en un horrible hoyo y vi mis huesos
Junto a los tuyos que ya tenían varios meses muertos.
©Safecreative
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