jueves, 8 de marzo de 2012

soledad

siempre que amanece la atmósfera es perfecta.
camino un poco y empiezo a recordar tu aroma
a cedro, a prado húmedo, a viento del sur.


las horas pasan y el día ataca con furia increíble
no existe acaso un lugar donde esconderse?
camino rápido. no veo nada conocido.


los caminos del hombre se cruzan siempre
como las oraciones de los crédulos acólitos
que entre salmo y salmo se hechan unas copas.


he querido todo este tiempo crear un espíritu
que persiga a todo aquel que gusta del estiércol
que confine en mazmorras de fuego sus deseos.


la fria tarde me hace extrañar tu calor y tu aliento.
camino apurado por entre calles grises y solitarias.
las voces estridentes caen sobre mi como dardos.

©SafeCreative

miércoles, 7 de marzo de 2012

Fue Mozart Asesinado?

W.Bro. Frank Galea
TRADUCCIÓN: Alonso Berrío Cárdenas


Nota: Este documento fue comisionado por el Sacro capítulo del Arco Real ,San Juan y San Pedro, en donde fue leído por el autor durante una tenida ordinaria. Es una revisión crítica de la relación del H.·.Mozart con la Francmasonería , e incluye aclaraciones sobre mitos que se han originado sobre su vida. Éstos incluyen el mito de que fue asesinado por los Francmasones, la tormenta que se desató cuando murió, su tumba sin marca, y un comentario sobre el contenido masónico de su ópera La Flauta Mágica.

La Política y la Masonería en la Austria de Mozart.

En 1784 la Gran Logia de Austria tenía 66 Logias. Ocho de ellas estaban en Viena. Esta Gran Logia había sido constituída gracias a los esfuerzos de nadie menos que del Arzobispo Católico Romano de Breslau, el Conde Schaffgotsh. Esto a pesar del hecho que la Iglesia Romana a través del Papa Clemente XII había condenado la Orden en 1738. Los hechos reales son que los gobernantes de varios países católicos se rehusaron a promulgar el edicto que profería estas condenas. Las razones fueron diversas.

Una de las más sobresalientes es el hecho que personas que ostentaban los más altos cargos en estas tierras, como los gobernantes y príncipes coronados entre otros, pertenecían a la Orden. Estas personas en altos cargos pensaron que sería mejor unirse ellos mismos a la Orden y así mantenerla en la legalidad. Al hacerlo así, estarían en una mejor posición para mantener controlados a los miembros. Vale la pena considerar que la Masonería era un fruto de la Ilustración y de sus ideologías, entre ellas la Fraternidad, la Igualdad y  la Libertad, y al principio por supuesto, la monarquía constitucional. El regicidio estaba aún muy lejos. En Austria misma, la Emperatriz María Teresa, instigada por sus confesores, era muy hostil a la Orden, pero aunque era muy influyente en el diseño de la política austríaca, nunca lo fue suficientemente para lograr que su esposo, o siquiera su hijo después, promulgaran las condenas de la Iglesia. Lo mejor que ella pudo alcanzar entonces fue limitar el número de Logias en el año 1781. Una anécdota citada por el Conde de Newcomb , Grado 33 de la Logia Oasis de Hiram de Minnesota dice así: “La Emperatriz María Teresa había sido una de las opositoras de la Masonería y, en 1743, había ordenado allanar una Logia vienesa, forzando a su esposo y al Venerable maestro, Francisco I, a escapar por una escalera secreta.

Otro factor que debe ser considerado es el hecho que varias Órdenes habían sido creadas durante el Siglo XVIII como resultado de la Ilustración. Entre éstas hay que enumerar : la Francmasonería, la Estricta Observancia, los Illuminati y los Rosacruces. Otras Órdenes habían sido constituídas por reformadores con estilo propio, como Cagliostro, quien se orientó hacia la Masonería Egipcíaca, llevando más hacia atrás en el tiempo los orígenes de la Francmasonería, como los Ritos de Memphis y Misraim. Estos dos Ritos fueron combinados hace algunas décadas ,precisamente en 1959 , bajo el nombre de Rito de Memphis y Misraim.

Me gustaría observar que si uno tuviera que rastrear los más antiguos orígenes operativos sobre los cuales puede estar basado el simbolismo masónico,  tendría que remontarse a los templos de Tarxien, Malta, de 6.000 años de antigüedad. Allí el iniciado encontrará simbolismos y paralelismos inconfundibles. El aire mismo está impregnado de simbología masónica .

Debo comentar en este punto la situación en la que la Masonería se encontraba en esa época, la de Mozart, citando las notas de un documento de  Telarc International Corporation.

“ La insistencia de la Masonería de rodear de secrecía sus trabajos internos  operó en su contra, ya que el código de silencio permitió que sectas florecieran dentro de la Orden y al mismo tiempo provocó que oficiales gubernamentales imaginaran los excesos masónicos mucho más grandes que los que en realidad ocurrían. Al final, el Emperador sintió que no tenía más alternativa que la de ilegalizar a la Masonería.

Probablemente la más virulenta secta antimonárquica de la Masonería era la  de  los Illuminati, fundada en Bavaria por el profesor universitario Adam Weishaupt en 1776. Weishaupt ingresó a la Francmasonería al año siguiente y pronto alió a los Illuminati con aquélla. El propósito inicial de la secta era combatir el mal y defender las buenas causas, pero esto pronto evolucionó hacia sentimientos anticlericales y antimonárquicos. Los Illuminati operaron sólo durante una década y probablemente nunca tuvieron más de 2.000 miembros ,pero atemorizaron a la realeza, que comenzaron a sospechar de toda la Masonería.

Las testas coronadas tenían buenas razones para conectar a las Logias masónicas con las actividades revolucionarias. Muchos de los líderes de la revuelta de las colonias americanas contra su Rey Británico en 1776 eran Francmasones, incluyendo a Geoge Washington, Benjamin Franklin y Thomas Jefferson. En Francia los Masones estuvieron de tras del golpe en pro de un gobierno  republicano que condujo a la Revolución Francesa ( que incidentalmente fue mucho más lejos que lo que aquellos inteligentes aristócratas habían previsto y que cobró a la mayoría de ellos como sus víctimas ). El Emperador Austríaco escuchó los rumores del levantamiento de primera mano  por su hermana, la Reina Francesa Marie-Antoinette.

Los intentos austríacos por controlas a los Francmasones incluyeron el decreto de 1781 de Joseph II que prohibía a cualquier Orden el someterse a autoridades extranjeras. Esto condujo a romper los lazos con la Gran Logia de Inglaterra y a crear el propio cuerpo gobernante austríaco , la la Gran Logia de Austria. En 1785 otro edicto imperial centralizó las Logias del país y limitó su autonomía. La proliferación de Logias locales se redujo (sólo tres quedaron en Viena) , y los miembros de cada una de ellas fueron limitados a 180. Informes regulares de las reuniones logiales y de la asistencia tenían que ser enviados a la Policía Imperial.

En 1790 Joseph II murió y fue sucedido por su hermano Leopoldo II. Con la Revolución Francesa en pleno apogeo, el gobierno de Austria de estaba alarmando demasiado sobre sentimientos antimonárquicos en el país y especialmente en las Órdenes Masónicas. Ese mismo año, una Logia de los Illuminati fue descubierta en Praga y los nombres de altos oficiales fueron insistentemente mencionados en los informes de la Policía Secreta al Emperador. Como Landon anota, “Austria rápidamente se estaba convirtiendo en un Estado policíaco”.

 
Mozart y los Francmasones.

 Llegando por fin al H.·. Mozart, él vivió de lleno estos sucesos. Este autor considera que es fútil traer  aquí a cuento la biografía de Mozart, ya que existe una multitud de trabajos sobre el tema. Sin embargo, algunos aspectos de su vida deben ser aclarados. Éstos se refieren a su vida como Francmasón. Estuvo involucrado con la Francmasonería desde muy temprana edad. Basta con decir que su segunda ópera, Bastien und Bastienne que está basada en el trabajo de Rosseau “Le Devin du Village” de 1752, fue encargada y ejecutada en los jardines de la villa vienesa del Dr. Anton Mesmer, el inventor del “mesmerismo” o hipnotismo en 1768. El Dr. Mesmer era un prominente Francmasón.

Mozart se relacionó con eminentes francmasones desde muy temprano, pero su real participación en la Orden comenzó cuando tenía 16 años y compuso dos trabajos Masónicos: el primero, una canción masónica llamada “O Holy Band”, la segunda dos coros para una pieza llamada “Thamos” por Tobias Philip Gebler, otro destacado Hermano. Tuvo muchos protectores y amigos que eran Masones, pero la culminación de estas relaciones llegó cuando fue iniciado en la Logia “Benefecencia” de Viena en 14 de  diciembre de 1784. Tenía 28 años de edad. Menos de un mes después, el 7 de enero de 1785, fue pasado a Compañero en otra Logia: “La Verdadera Concordia” y un día después fue exaltado a Maestro en la misma Logia.

Después de esto, además de componer otras piezas masónicas, animó a amigos músicos a unirse a la Orden. Esto muestra también que Mozart fue un Masón muy activo. Uno de estos fue su padre, Leopoldo, iniciado en la Logia Beneficencia en abril y Franz Joseph Haydn en la “Verdadera Concordia” un poco antes, en febrero.

Mozart intentó también ser un innovador en la época en que se avecinaba la crisis de la Francmasonería. Había comenzado a abogar por la inclusión de mujeres en la Orden , lo que se refleja en su ópera La Flauta Mágica en la cual tanto el héroe como la heroína son iniciados juntos, aunque Mozart sólo fue responsable de la música y no del libreto.

MITOS Y LEYENDAS.

Cabe ahora mencionar la muerte del H.·. Mozart por dos razones. Primero se discutirá la causa de su muerte, y las implicaciones de francmasones con su partida. John Stone al escribir en el “Mozart Compendium” enumera once enfermedades graves que arruinaron la corta vida de nuestro Hermano.  La primera, en 1762, fue la fiebre escarlatina. Mozart tenía sólo 4 años. Al año siguiente sufrió dos brotes infantiles de fiebre reumática. Sufría accesos de tos que casi lo sofocaban, tifoidea, hepatitis, y varios brotes de fiebre reumática entre otras enfermedades. Parece que la enfermedad que acabó con su vida comenzó a finales de agosto de 1791. Probablemente se le agudizó debido a cansancio nervioso. Mozart confió a su esposa que quizás había sido envenenado. Sufría de lumbagos y sentía que la debilidad se apoderaba de todo su cuerpo.  Este dolor y debilidad lo habían estado afectando desde mayo o junio. El 20 de noviembre cayó en cama. Su fatal enfermedad fue diagnosticada y certificada en su partida de defunción como fiebre militar. Esta enfermedad, también conocida como  enfermedad de sudoración , se caracteriza por una gran hinchazón generalizada y una alta tasa de mortalidad. Era tanta su hinchazón, que su cuñada Sophie Haibel tuvo que coserle una camisa de noche que se podía poner de frente, ya que él no podía darse vuelta. Esta Sophie Haibel juega un importante papel en la muerte de Mozart, y  no sólo porque Mozart expiró en sus brazos a la una de la madrugada mientras ella le secaba el sudor de la frente con un pañuelo impregnado en agua y vinagre. Otras enfermedades posibles pueden ser diagnosticadas a partir de los síntomas registrados, como el síndrome de Henocxh-Schoenlein y fiebre reumática. Lo que también es cierto es que en Viena se presentó por esa época una epidemia de cólera.

Cuando uno considera el número de enfermedades que pueden encajar en los síntomas que Mozart mostraba, no le queda más opción que descartar y considerar un mito el rumor de que Mozart fue envenenado, o por Salieri o por los Francmasones. Es natural para alguien que sufre de dolores en los riñones el comparar su estado con el envenenamiento. Es natural que Mozart lo haya pensado así y que expresase lo que sentía. Y ello dio origen a la leyenda de su envenenamiento. La primera fuente de esta ficción data de 1928 , se originó en Munich y reactivada con gran vehemencia en 1936. Fue un artículo de Matilde Ludendorff bajo el título “Mozarts Leben und gewaltsamer Tod.( “La Vida de Mozart y su Muerte Violenta”).  El trabajo asegura que Mozart, al igual que Lutero, Lessing, Schiller y muchos otros , había sido asesinado por haber invadido den Tempel Salomos, das heisst die Judenherrschaft.(El Templo de Salomón, el centro del Imperio Judío).  Las implicaciones de los judíos en la Francmasonería y el asesinato en tal cantidad de Gigantes Alemanes lo hace a uno pensar en  la credibilidad que  tal tesis tendría en la Alemania Nazi, pero fue revivida por Kuess-Scheichelbaur en 1959¡¡¡

Por dos siglos ha habido rumores y especulaciones en el sentido de que Mozart fue asesinado por los Francmasones por revelar secretos, pero esto parece improbable por varias razones.  Su colaborador y hermano masón ,Schikaneder, que fue quien escribió el libreto de la Flauta Mágica y sería entonces el único responsable por cualquier revelación de secretos masónicos si existió alguna, sobrevivió a Mozart por dos décadas. La cercanía personal de Mozart con líderes masónicos de alto rango está bien documentada en sus cartas y es improbable que él hubiese desafiado las estructuras de la Orden o que no estuviese seguro sobre lo que podría decirse en público y lo que no podía ser revelado. Schikaneder había sido expulsado de la Orden debido a la vida que llevaba,  que desprestigiaba a la Masonería. ¿Por qué este hombre no fue asesinado por los Francmasones? ¿Por qué tendría que haber sido Mozart el que cargara con las culpas?

Para el iniciado, será obvio que muy pocos de los así llamados secretos, si acaso alguno, se revelan en el libreto de la ópera. Éstos son la recurrencia del número 3 (golpes, luces, etc. ), y la reticiencia y el secreto impuestos por la mordaza en los labios de Papageno. De hecho la obligación de guardar los secretos masónicos es no sólo bien conocida por los enemigos de la masonería sino también por los no masones, sino que es también la razón básica para los ataques contra la Orden. Otros también consideran el desvanecimiento del principal personaje Tamino como una alusión a la Ceremonia de Exlatación. En realidad, el libreto se ajusta en gran medida al trabajo literario “Sethos” de Abbe Ferrasson , que estaba muy de moda entre los masones ya que pretendía ser un relato histórico sobre los ritos de Isis y Osiris, traducido de un antiguo papiro egipcio. En el siglo XIX se probó que era un engaño.

Volviendo a la participación de Sophie Haibel durante los últimos días de Mozart, Chailley anota que ella estuvo buscando afanosamente algunos sacerdotes católicos para que asistieran a Mozart en su lecho de muerte. El hecho de que ella hubiese acosado a muchos significa que muchos se rehusaron a hacerlo. De otra manera, ¿por qué solicitarlo a tantos? Nunca estaremos seguros de si alguno de ellos accedió. Lo que sí es seguro es que los restos de Mozart recibieron los últimos ritos en frente de la Capilla del Cruicifijo dentro de la Catedral de St. Stephen en Viena a las tres de la atrde, y fueron después enterrados en una tumba sin marca en el cementerio de St. Marx en un suburbio de Viena. Y que no hubo ninguna tempestad la noche de su muerte. Los boletines del clima reportaron buen tiempo esa noche (Chailley,1971¡¡¡). El mito difundido y la leyenda producida fueron usados para satanizar al H.·. Mozart, queriendo decir que él murió en medio de truenos y centellas causados por los demonios que habían venido a arrastrar su alma a los Infiernos. Todo ello encaja.

Pero ¿por qué fue sepultado tan lejos del centro de Viena? Lo que se le ocurre a uno pensar es que en los países católicos como Malta y Austria, los excomulgados de la Iglesia romana no pueden ser sepultados en camposanto. En el cementerio de malta, el Maria Addolorata, existe un área no consagrada tales personas eran enterradas. Esta área fue muy usada durante la guerra político-religiosa de los años 60 del siglo XIX entre Dom Mintoff del Partido Laborista y la Iglesia Católica. (Mintofff tenía fama de haber sido iniciado Masón cuando era estudiante en Rhodes en el Reino Unido pero esto no ha sido confirmado) . Volviendo al suelo no consagrado, esa era el área en la que los no arrepentidos (públicamente para satisfacer a la Iglesia) y los miembros del Partido Laborista Maltés eran enterrados. En Maltés esta área se conoce como “Il-Mizbla”, “basura espiritual”. Esto quiere decir, que si uno es excomulgado, la Iglesia ( que predica la caridad, el Perdón, y bala bla bla bla para el débil y subordinado ) considera que los cadáveres de estos no arrepentidos sólo han de servir como albergue de la “basura espiritual”. Cómo afecte esto al difunto no puede saberse¡¡ pero es un grave estigma social y un deshonor para los deudos y amigos sobrevivientes , para  quienes no hay indulgencia, sin importar que ellos mismos sean buenos católicos practicantes. Como observó el cardenal arzobispo de Filipinas , la iglesia debe observar extremo cuidado al tratar tales casos para no herir a “inocentes”..Hay que mencionar también que el Padre de la Lengua Maltesa, Mikiel Anton Vassalli, fue enterrado en el cementerio Braxia, un campo protestante en las afueras de Valletta, tanto porque él había traducido al Maltés la Biblia Protestante y extraoficialmente porque era tenido por Masón.  De lo cual no se ha hallado evidencia. Con respecto del H.·. Mozart, el ser enterrado en una tumba sin marca (¿podría ser no consagrada?) lejos de ruegos y rezos después de haber sido bendecido en una iglesia católica , pudo haber sido una solución negociada alcanzada para preservar las identidades de sus dolientes.

Los Hermanos de su Logia realizaron una Tenida Fúnebre en su honor y la Oración fue publicada.

Notas bibliográficas:


AUTEXIER, P. A., Freemasonry in The Mozart Compendium (H. C. Robbins Landon ed.), London: Thames and Hudson, 1990
 
BLOM, ERIC, Mozart, in Grove’s Dictionary of Music and Musicians  (Blom, E., 5th ed. Vol. 5: 923-983), London: Macmillan, 1977
 
BLOM, ERIC (Ed.),  Mozart’s Letters, London: Penguin Books, 1956
 
CHAILLEY, JACQUES,  the Magic Flute, Masonic Opera, tr. Weinstock, Herbert, New York: Alfred A. Knopf, 1971 (originally publish in French, 1968) 
 
CONDEE, NEWCOM, Bro Mozart and the Magic Flute. (Unpublished paper retrieved from the website of the Hiram’s Oasis Lodge
 
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MILNES, RODNEY,  ‘Singspiel’ and Symbolism’, in John, Nicholas, ed., The Magic Flute, London: John Calder, 1980 
 
ROBBINS LANDON, H.C., Mozart and the Masons, London: Thames & Hudson, 1982
 
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ROBBINS LANDON, H.C.,  Mozart’s Last Year, London: Thames & Hudson, 1998
 
STONE, JOHN,  Mozart’s illnesses and death in The Mozart Compendium (H.C. Robbins Landon ed.), London: Thames and Hudson, 1990
 
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